Esta tradición nupcial es cuanto menos curiosa y su punto bizarro es cuando se arrojan al suelo los objetos de porcelana traídos por los invitados (platos, azulejos, macetas, incluso váteres o fregaderos), pero está prohibido romper cristal y espejos !!!. Se suele celebrar delante de la casa de la novia y viene todo el que quiere (asista o no a la boda).
A la que fuimos nosotros, hubo música en directo, barra libre, bufett y grillen. Todo muy bien organizado y muy alemán.
Heico und Natalie: Alles Gute zur Hochzeit, viel Glück für euch !!!

Un paraguas blanco con todas las dedicatorias.

Resultado del Polterabend.

Aunque no lo parezca, esto es una casa particular.

4 carpas, bar con barra libre y detrás un castillo hinchable para niños. Los alemanes saben mucho de fiestas.

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